Una identidad corporativa bien construida agiliza la toma de decisiones, optimiza la gestión de tu empresa, potencia el crecimiento de tu marca y genera barreras de entrada. ¿Aún tienes la duda de por qué necesitas una identidad corporativa?
El logotipo es un diseño que puede acompañar o sustituir al nombre de la empresa. Es tan importante como el mismo nombre y debe funcionar como un sello de reconocimiento. Cuando creamos un logotipo siempre comunicamos con nuestro cliente, entender qué quiere transmitir de su empresa y a qué público va dirigido.
Cada color transmite sensaciones diferentes. El negro es un color elegante y prestigioso: Un excelente color para marcas de lujo o moda. El blanco es un color neutro que a menudo se usa como fondo para resaltar los otros colores. El azul se utiliza para reflejar seriedad y elegancia; usado para logos que quieren transmitir confianza y productividad. Elegir un color adecuado forma parte de la construcción una identidad corporativa.
La tipografía es clave para una identidad visual efectiva. La tipografía debe ser clara, fácil de leer y estar en consonancia con lo que la marca quiere transmitir.
El lenguaje gráfico corporativo define elementos visuales y ayuda a que cada soporte sea identificado como parte de un todo. El uso de imágenes deben ser coherentes con el resto de la imagen de marca y transmitir los valores de la empresa.
Para definir la voz y el tono de una empresa es necesario tener claro quién es nuestro público objetivo y cómo vamos a dirigirle. No es lo mismo hablar de tú que de usted, ni utilizar un lenguaje más coloquial o más profesional. El mensaje está relacionado con la visión, misión y valores de la empresa. Ese aspecto será fundamental para dirigir acciones en diferentes áreas de la compañía.
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